Muro de Maravillas. Introducción al proyecto general.
Muro de Maravillas, vista de la pieza central en la exposición de la galería La Taller de Bilbao.
Muro de Maravillas es un proyecto que he desarrollado en dos líneas paralelas: por un lado como práctica/reflexión personal sobre mi trabajo; proceso de emancipación personal que culminó con la exposición Muro de Maravillas en La Taller. La otra línea de trabajo de este formato pretende un enfoque común/participativo y está pensada, no solamente como un soporte de interacción y educación de los visitantes de los museos con sus obras, sino también para recoger su voz. Este proyecto se desarrolló a partir del 2014 en el Museo Artium como una forma de invitación a la reflexión; se dio voz a los visitantes permitiendo que las piezas de la colección se reactiven desde otra perspectiva.
En el caso de mi exposición en el espacio La Taller ( ver links abajo) el trabajo vino a responder a la necesidad personal de crear un formato documentador que al igual que el Muro interactivo del Museo Artium, funcionara como un soporte de actuación sobre y desde el Arte. Lo que organicé en el espacio La Taller durante dos meses fue una deriva basada en una disculpa fotográfica. La galería, al igual que las salas del Artium, se inundó de una suerte de reflexiones, procesos y asociaciones, que fuí construyendo desde algo tan concreto como una foto de un libro. Por lo tanto es una ejercicio que aunque ampliado -relacionado y documentado hasta le extenuación- responde al mismo formato de trabajo interpretativo y de proyección personal que puse en marcha en el Museo Artium. Link: Muro de Maravillas Departamento de Educación, Artium .
Detalle del Muro de Maravillas tal como se organizó en el departamento de educación del Museo Artium. Abajo vemos una simulación de instalación y los primeros bocetos de las piezas en mi estudio.
Intro. Exposición La Taller.
Quiero presentar esta exposición “Muro de Maravillas” dentro de una idea de proceso, un espacio de sucesos que partió de la post-producción de la imagen de un edificio de la ex Unión Soviética: el Banco Central de Georgia en Tblisi. Más exactamente, este trabajo arranca de la interpretación obsesiva de la foto de la terraza-puente de este edificio, esta foto aparece en la doble página 158-159 del libro Soviet Modernism/The Unknow History.
Un fenómeno Autocompasivo. Ruptura y reelaboración de la forma nativa del edificio de Tbilisi.
Hoja de Sala (Esteban Torres Ayastuy).
Entre el 9 de Octubre (2015) y el 22 de Febrero (2016) Charo Garaigorta hablará de ciertos usos del arte, y lo hará presentando un fenómeno; una suerte de 75 piezas de pared que conformaron su muro de trabajo durante un año, y que se trasladarán en dos fases a el espacio La Taller.
Estas piezas, básicamente fotocopias asistidas con color y redibujadas en Mylar, parten de una disculpa arquitectónica, y tanto en la primera fase como en la segunda están extraídas del libro Soviet Modernism / TheUnknow History. Si bien en la primera fase viene inspirada en diferentes edificios de la ex Unión Soviética, en la segunda el trabajo se obsesionará con una imagen a doble página (158-159) del libro; la terraza-puente del edificio de la sede central del Banco de Georgia en Tblisi.
En la exposición veremos la arquitectura de este edifico (o su presentimiento) operada desde una suerte de ensimismamiento obsesivo que me tuvo atrapada durante mas de dos años. El espacio de La Taller ha funcionado durante 3 meses como un Spring-Board, (una pantalla burbujeante, elástica y sensual) que activa un inmenso After Efect en el que la forma nativa del edificio es cortada, súper reproducida, remontada y ensamblada en diferentes opacidades y relaciones de sentido (textos o vídeos). Una suerte de idilio entre su escena histórica y un nuevo campo de manías y derivas personales.
Dos piezas derivadas de la imagen original.
En el “Muro de Maravillas” no encontramos piezas equipadas con guión artístico o un Gag conceptual. Mas que eso encontramos una serie de rastros, un documento. Un “Tutorial” de un proceso de emancipación personal desde una disculpa. Asistimos a una elaboración en el que la imagen pre-existente se articula en nuevo juego de presencias. De sentidos, mas relacionados con el tacto que con la reflexión.
En su día, la imaginería de este libro con su arquitectura casi difunta convocó una especie de deriva en el ánimo de la artista produciendo una excitación en su manipulación, un llamado a verse en ella durante meses y meses. “en algunos edificios del libro, el tradicional uso a la rusa del color en las fachadas de hormigón los hace parecer maquillados, travestidos hacia el Kitsch; manipulados post-mortem con una especie de coloretes de tanatorio que de alguna forma los visten para una vida “posterior” a su arquitectura.
Brutalismo festivo soviético.
Son construcciones que tienen la función sumergida en el ornamento, enrevesada por una ilusión individual de transcendencia, de invento; un invento en el que la arquitectura se convierte en Eco”. Entendiendo esto, Charo Garaigorta organizó su Muro, utilizó la photo-finish de estas estructuras para fusionárlas y asociarlas con su urgencia y sus formas. En sus palabras “quiero trabajarlos hasta que terminen ellos y empiece YO”.
En la exposición de La Taller vamos a asistir a este proceso. Entre otras cosas porque este proceso, que en Charo duró más de un año, merece la pena ser re-activado como tal; merece la pena ser programado. Nos interesarán sobre todo las expresiones indirectas de este trabajo, su capacidad de generar emociones liberadas, no controladas por el autor; algo más que un paquete de formas y conceptos diseñado para producir Gags intelectuales (comerciales), “ yo hago el muro para visualizar un pensamiento, una premonición, un presentimiento; no para presentarlo solucionado”, como dice Luis Camnitzer, “el arte es un lugar donde se pueden pensar cosas que no son pensables en otros lugares (…) un buen problema artístico, una buena premonición, un buen presentimiento, no es agotable, una buena solución tiene reverberaciones”.
En este sentido La Taller se convierte en un espacio documentador, y lo hará manteniendo una estructura que respeta la idea de temporalidad con la que fue ejecutada la pieza de Charo. Principalmente se trata de un Collage expansivo; tanto en el tiempo – la ocupación durará alrededor de 3 meses- como en el propio espacio – que se irá tatuando en dos fases con dibujos y textos. En su primera fase Promesa se expondrán a la vez 6 piezas finales (en las que se paró el proceso) para relacionarlas con los primeros bocetos o tanteos del mismo. En la segunda fase Twist se completará el espacio – elíptico en la primera- con las variantes del edificio de la sede central del Banco de Georgia en Tblisi, quedando activado el circuito temporal. También habrá un audiovisual que se irá articulando con diferentes opiniones de la artista sobre su proceso creativo.